Cobre Coloidal para combatir la artritis

El cartílago es el tejido firme y elástico que protege los huesos en las articulaciones y permite que éstos se deslicen uno sobre otro. Cuando el cartílago se rompe y se desgasta – por el tiempo u otros factores – los huesos se rozan. Esto provoca dolor, hinchazón y rigidez.

La osteoartritis es la forma más común de artritis y afecta a millones de personas en todo el mundo. Los síntomas de la osteoartritis generalmente aparecen en personas de mediana edad y casi toda persona tiene algunos síntomas hacia los 70 años. Las articulaciones más comúnmente afectadas son las de las manos, las rodillas, los hombros, los tobillos, las caderas y la columna vertebral.

Mantenerse activo y mantener un peso saludable puede retrasar el avance de la enfermedad y ayudar a mejorar el dolor y la función de las articulaciones.

Si bien se dice que este desgaste es inevitable e irreversible, está demostrado que el Cobre Coloidal tiene la capacidad de regenerar el cartílago deteriorado y/o dañado. Veamos esto un poco más en detalle:

Para empezar, el cobre es un micronutriente esencial y juega un papel importantísimo en el mantenimiento de la masa ósea, la curación de heridas, y en procesos fisiológicos como reacciones enzimáticas, síntesis de ácidos nucleicos, etc. También es un poderoso antioxidante.

Como decíamos, el cobre tiene propiedades tanto osteogénicas como condrogénicas, es decir, que promueve la formación tanto de hueso como de cartílago.

Por un lado, promueve que las células madres mesenquimales (CMM) – que son las que actúan en la regeneración o reparación de los tejidos dañados – se diferencien en estos linajes y también da como resultado tejidos con buena resistencia mecánica. Por el otro lado, cumple un rol significativo en el mantenimiento de la formación del proteoglicano y colágeno II – componentes importantes de la matriz cartilaginosa. Un estudio en particular indica que podría mejorar la producción de glicosaminoglicanos y la proliferación de condrocitos – células que mantienen la matriz cartilaginosa; y otro también apunta a un crosslinking mejorado entre las fibras de colágeno aumentando la fuerza e integridad del neo-cartílago.

Asimismo , el cobre desempeña otro papel importante en el metabolismo del cartílago al promover la síntesis del factor de crecimiento insulínico tipo 1 (IGF-1), que es el principal factor de crecimiento en la condrogénesis, es decir, la liberación de IGF-1 favorece el crecimiento y la proliferación de los condrocitos, y la expresión de genes cartilaginosos a través de mecanismos autocrinos y paracrinos, contribuyendo así a la regeneración del cartílago.

De todas formas es importante destacar que, si bien hay muchos estudios in vitro que indican que el cobre promueve la regeneración de los cartílagos, son muy pocos los estudios in vivo. Sin embargo, investigaciones llevadas a cabo en ratas y conejos han dado resultados que concuerdan con lo expuesto. Además, en estos casos se pudo observar una interfaz suave y bien integrada entre el cartílago recién formado y el hueso subcondral.

También está demostrado que, por ejemplo, el cobre estimula la actividad osteogénica alrededor de implantes, mejorando la proliferación y la adhesión de los osteoblastos (células encargadas de sintetizar la matriz ósea) a la superficie del mismo.

Por último cabe mencionar que el cobre tiene propiedades angiogénicas, es decir que promueve la formación de vasos sanguíneos. Los nuevos vasos actúan como conductos para proporcionar nutrientes, células inmunes y factores de crecimiento para ayudar a reparar los huesos y articulaciones dañadas.

El cobre coloidal Emuná es apto para su ingesta diaria en las dosis recomendadas en el prospecto. Además, recomendamos complementarlo con algún suplemento vitamínico que contenga vitamina C y zinc, y/o algún suplemento de colágeno tipo I, que a menudo vienen complementados con ácido hialurónico.