Hoy quiero contarte una de mis historias favoritas sobre los Coloidales Emuná, en la vida de una de nuestras clientes.

Son de esas historias que nos inspiran a mejorar, a mantener nuestro compromiso con crecer y nunca bajar los brazos.

Historias como esta, hicieron que este año viajemos a Texas, Estados Unidos, para hacer analizar el tamaño y concentración de partículas y el zeta potencial, para asegurarnos que estamos dándote la mejor calidad de producto que podamos. También conseguimos más material para ampliar la producción y consultamos dudas con expertos en el tema.

Estamos muy contentos con los resultados de los análisis y trabajando para hacer más eficiente todo, para cumplir con nuestro objetivo principal personal, que es viajar por todo el mundo con nuestros hijos, para darles la mejor educación que se puede tener, que es conocer y aprender in situ de las culturas más variadas.

Bueno, ahora sí, les presento la historia de Laura. Ella tuvo un ACV (accidente cerebro vascular) y quedó con secuelas… y con el Oro Coloidal Emuná… Mejor que te lo cuente ella:

“ Así siento que fue lo que me sucedió aquel 16 de octubre de 2016, día de la madre. Vino mi hijo, su mujer y mis nietos, y mi hija (una de las mujeres que más amo y admiro) y fuimos a tomar mates. Que mas quería, estaba con los seres que más amo. Pero adentro mío sentí que algo no estaba bien.

Empecé a caminar y el pecho me pinchaba, levanto la vista y veo a mi nieto que me pregunta “Abu ¿estas bien?, dame la mano” A lo cual, se la doy.

Llegamos a la plaza y nos sentamos en una mesa de cemento a tomar mates, sin saber que comenzaba mi pesadilla. Me dan un mate, no puedo agarrarlo, se me cae. Mi hijo, preocupado me pregunta si estoy bien. Me da otro mate y ni siquiera pude levantar el brazo, mi cabeza cae sobre la mesa de cemento. Recuerdo que no perdí el conocimiento, pero tampoco me podía mover. Escuchaba las voces como ecos. Me preocupaba que mis nietos me vieran así. Mi hijo me levanta para llevarme a su camioneta y las piernas tampoco me respondían. Perdí el habla, me babeaba; sentí que me desconectaba del mundo, al que veía sin poder responder. Era como si vos tenes un monton de cables y de golpe desconectas todo.

Luego de ir al médico, a las 6 hs me dan el alta. Me despierto en mi casa, y no me podía parar, mis piernas no responden, mis brazos tampoco, mi voz no estaba, no podía modular. Era como una pesadilla…

Mi hermana y mi hija me estaban mirando, y veía su tristeza. Mi hermana me bañaba, me vestía, estuvo todo el tiempo junto a mí, pero no me podía recuperar.

Mis brazos estaban lastimados, mi voz no salía, decía cuatro palabras y no podía hablar más.

Mi hermana, hace un viaje a Córdoba, donde se entera del Oro y la Plata coloidal Emuná, por Marcos y Victoria. Ella, que no perdía la esperanza, me trajo las gotitas para que las pruebe.

A los dos meses, empiezo a notar mejoría. Primero, noto que los vasos ya no se me caen. Noto que me salen las palabras sin quedarme muda, que puedo caminar sin caerme, que me puedo bañar sola. Empiezo a tener más equilibrio. Las ordenes empiezan a llegar de mi cerebro a mi cuerpo. Y también puedo llorar! Que maravilla!

Aun hoy las sigo tomando. Solo me queda decir GRACIAS. Mil gracias y mucha luz. Agradecer a todos los que estuvieron al lado mio.

Gracias.”

Emocionante ¿Verdad? Para nosotros, como te decía es motivador, porque amamos ver que la salud está presente en la vida de todos.

Ahora, ella puede disfrutar a su familia, que tanto ama,porque goza de mejor salud.

Gracias por confiar en nosotros!!!