Vamos a ser sinceros, las mañanas pueden llegar a ser una sucesión de retrasar el despertador para que suene 5 minutos después, prepararse rápido,  tomarse un café, mucha azucar o carbohidratos, o quizás, saltarse el desayuno. En vez de tener energía para conquistar el día, el día ya te ha conquistado. Es una rutina negativa, que te hace comenzar con el enfoque incorrecto. 

Las primeras horas de la mañana pueden ser las más productivas, pero con esta rutina negativa, te perdés de la oportunidad. Estos hábitos poco saludables, no son la mejor forma de empezar el día, porque te quitan energía y vitalidad. ¿Cómo podés cambiar estas mañanas agotadoras e implementar hábitos saludables? Te propongo pequeños cambios, que al principio requerirán un poco de esfuerzo de tu parte, pero una vez los incorpores en tu rutina, no vas a querer volver a los viejos hábitos nuevamente. 


1- Mantenete hidratado

Ya habrás escuchado los beneficios de un vaso de agua en ayunas. Cuando te levantás, tu cuerpo tiene que rehidratarse. Tomar agua apenas te despertás ayuda que las células se hidraten y mejora la digestión. También ayuda a liberarte de toxinas (mejor si le agregás limón) y a limpiar el colon, contribuyendo a una mejor absorción de minerales.  Mantenerse hidratado también es bueno para tu corazón, porque habilita que la sangre fluya más fácil hacia los músculos.  

Así que toma agua, y luego, tu taza de café o unos mates. 


2- Elonga tus músculos

Incorporar el estiramiento de tu cuerpo a tu rutina de la mañana te dará energía, e incrementará la circulación a tus músculos y tu cerebro. También te hará sentir relax. Nada más lindo, además, que dedicarte 5 minutos a tomar consciencia de tu cuerpo, de liberar tus tensiones y sentirte descansada. 


3- deja a un lado las pantallas

Cada vez más, los smartphones y las computadoras ocupan un lugar prioritario en nuestro tiempo. Y no digo que dejes de usarlos, porque realmente son una herramienta fantástica. Pero te propongo que no sean lo primero que agarras apenas te levantas.

Muchas veces ocupan un tiempo que podría ser usado para ocuparnos de nosotros mismos y que luego el día sea mejor aprovechado, porque has hecho cosas que te dan alegría y energía.  Así que probá que tal te va haciendo ésto de enfocarte en vos, y si aumenta tu productividad y sensación de felicidad. 


4- Meditá antes de empezar tu día.

Si bien meditar a cualquier momento del día te aporta beneficios, hacerlo antes de empezar tu día te dará una sensación de paz y armonía, que te predisponen distinto ante las situaciones que te puedan ocurrir. Intentalo. La meditación te ayuda a bajar los cambios y a tomar consciencia de tu ruido mental, para así poder disminuirlo. El estado de meditación, explicado de forma sencilla es un estado de paz profunda que se activa cuando la mente está en calma y, a su vez, alerta. Es presencia y consciencia. 

Los beneficios de la meditación se ven rápidamente, disminuye el nivel de estrés, la ansiedad, incluso en casos de fobias, ataques de pánico y pensamientos paranoides. Ya con esto, vale la pena probarlo. Puede costarte al principio, pero también verás que te aumenta la atención y la velocidad mental. Si todavía no te has convencido, puede motivarte también el hecho de que ayuda a regular la tensión arterial, previniendo enfermedades cardiovasculares. Hay muchas buenas razones ¿Le vas a dar una oportunidad? 

Hay apps para tu smartphone que pueden guiarte en el proceso y muchos videos disponibles en internet. Eso sí, no te distraigas con facebook, instagram o los mails ¿dale? 


5- Dale el combustible adecuado a tu cuerpo

Demasiadas veces los desayunos consisten en pan, cereales refinados o directamente te saltas esa comida. Este es un hábito muy negativo del que cuesta salir. Son muchas horas que pasan desde la cena hasta el desayuno, y por eso tiene sentido que el cuerpo necesite un impulso saludable de entrada. El desayuno te da la energía necesaria para empezar el día. Comer un desayuno nutritivo mejora tu desempeño en el día, previene el aumento de peso y te hace sentir más alegre. 

No hay excusas, incluso en las mañanas ocupadas, hay opciones saludables para empezar el día. 


6-  Contribuí a potenciar tu sistema inmune


El sistema inmune es una red de células, tejidos y órganos que actúan en conjunto. Cuando se debilita, no sólo te puedes sentir mal, sino que perdés tiempo que querés dedicar a lo que te importa. Esto no está bueno. 

Tomarse tiempo cada mañana para apoyar a tu sistema inmune es una forma poderosa de empezar el día. Ejercitar, tomar sol temprano, reirse y comer alimentos que mejoran la inmunidad, son algunas opciones. También podés incorporar Plata Coloidal Emuná®, ya que la plata potencia las defensas y se usa hace más de 2000 años para resguardar la salud. Más información sobre la plata podés encontrarla aquí

Cambiar tu rutina puede llevarte un poco de esfuerzo, pero la recompensa lo vale. Probá estos hábitos simples por dos semanas y fíjate cuánto cambia todo. Tu cuerpo, tu mente y tu espíritu te lo agradecerán.


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