Todo sobre el Magnesio Coloidal

El magnesio es uno de los minerales más comunes en el cuerpo. Juega un rol en más de 600 reacciones metabólicas, incluidas la producción de energía, la formación de proteínas, y la regulación de la presión sanguínea. De esta forma, ayuda a garantizar el correcto funcionamiento del sistema nervioso y de los músculos y de los sistemas inmunitario y cardiovascular.

En resumen, está involucrado en:

  • La contracción y relajación muscular
  • La actividad cardíaca
  • La función nerviosa
  • La interacción y producción hormonal
  • La regulación de la presión sanguínea
  • La salud de los huesos
  • La función del sistema inmunológico
  • El metabolismo energético
  • La síntesis de proteínas, grasas y ácidos nucleicos

Por ello, su consumo en las cantidades adecuadas es tan importante. El problema es que, a través de la dieta, no siempre es posible conseguir todo el magnesio que nuestro cuerpo necesita. Es ahí cuando entran en juego los suplementos nutricionales elaborados a partir de este mineral.

En condiciones normales es posible reponer la pérdida de magnesio con una dieta basada en alimentos integrales, pero nos encontramos con serias carencias en los alimentos producidos industrialmente y luego refinados. Se lo retira del trigo, al eliminar el germen y el salvado, para dar lugar a la harina blanca. También se lo elimina en la sal y el azúcar blanca para evitar la formación de terrones, ya que tiene la capacidad de absorber humedad. También nos encontramos con suelos agotados, o suelos con valores normales de magnesio pero exceso de potasio, y suelos con fertilización nitrogenada – ya que el amonio inhibe la captación de magnesio por parte de las plantas.

Aun así, la mayor parte de la población consume fácilmente entre 300 y 400 mg de magnesio al día. Una cifra más que suficiente para cubrir las necesidades orgánicas de este mineral. Sin embargo, hay personas que tienen problemas para satisfacerlas.

El consumo de alcohol, los problemas digestivos y los medicamentos diuréticos son las principales causas de déficit de magnesio. Además, fármacos como la anfotericina B (antifúngico), el cisplatino (utilizado en quimioterapias), ciclosporina (inmunosupresor utilizado en casos de trasplante) o los aminoglucósidos (gentamicina, tobramicina, amicacina, netilmicina, canamicina, estreptomicina, paromomicina y neomicina) aumentan los requerimientos de magnesio.

El estrés también es un factor que causa que “gastemos” el magnesio de nuestro cuerpo, ya que nos ayuda a neutralizar la excitación celular que causan las hormonas asociadas a este estado. El 60% del magnesio corporal se halla en los huesos, desde donde puede liberarse en caso de necesidad. Cuando nos vemos sujetos a situaciones estresantes, el organismo acude a sus reservas de magnesio (depositadas en la estructura ósea), transportándolas al flujo sanguíneo. Luego de cumplir su función, calmando la excitación celular, el mineral es excretado del cuerpo. Naturalmente, este drenaje se ve realzado por la prolongada y cotidiana exposición al estrés.

Se sabe que la escasez de este mineral en nuestro organismo provoca:

  • Dolor muscular.
  • Fatiga y sensación de debilidad.
  • Hipertensión.
  • Migrañas.
  • Calambres.
  • Estreñimiento.
  • Problemas para conciliar el sueño.
  • Cambios en el estado de ánimo.

En caso de notar estos síntomas (e idealmente con el visto bueno de un profesional de la salud), lo más recomendable es empezar a tomar un suplemento de magnesio. Generalmente, se recomienda tomar dos veces al día: a primera hora de la mañana y a la noche (ya que involucrado este nutriente en multitud de procesos de reparación y regeneración muscular que tu cuerpo lleva a cabo durante las horas de descanso nocturno). Recomendamos acompañarlo siempre de hidratos de carbono y de vitamina B y C para favorecer su absorción. Asimismo, sugerimos evitar tomarlo con alcohol o comidas ricas en grasas.

Este mineral es particularmente importante en ciertos grupos de personas como las mujeres embarazadas o lactantes, deportistas y atletas, o las personas diabéticas. Además, después de los 40 años de edad, una mayor aportación de magnesio protege los huesos y el sistema cardiovascular.

Cabe remarcar que un déficit de magnesio lleva aparejado un envejecimiento prematuro de las células. Por ende, una deficiencia crónica tiende a aumentar el riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con la edad, entre las que sobresalen la diabetes, la osteoporosis y los trastornos cardiovasculares.

Beneficios:

  • Reduce migrañas y dolores de cabeza.
  • Es eficaz para tratar los vértigos.
  • Mejora la calidad del sueño.
  • Reduce la fatiga.
  • Reduce el estrés y el nerviosismo.
  • Regula el ritmo cardíaco.
  • Reduce la presión arterial.
  • Combate el estreñimiento.
  • Regula los niveles de azúcar en sangre.
  • Regula la disposición de otros minerales.
  • Previene la degeneración de los cartílagos y la artrosis.
  • Disminuye las posibilidades de que se formen coágulos en el torrente sanguíneo.
  • Mejora el funcionamiento del sistema nervioso.
  • Promueve la salud ósea (huesos y dientes).
  • Incrementa la absorción de vitamina D.
  • Reduce los espasmos y dolores musculares.
  • Mejora el rendimiento físico.
  • Ayuda a mantener la buena salud durante el embarazo.
  • Reduce los dolores menstruales.

En definitiva, el magnesio es un mineral imprescindible para gozar de una buena salud y un alto grado de bienestar. Es por esto que, si resulta imposible obtener las cantidades suficientes a través de la dieta o existe cualquier problema que cause su déficit, su consumo bajo la forma de algún suplemento es fundamental.

Un mineral fundamental durante el embarazo

Este nutriente contribuye al término de una gestación y un parto saludables. Su aporte durante esta etapa puede propiciar la mejora de la salud del feto desde el primer día.

Numerosos estudios sugieren que este mineral puede prevenir gran cantidad de problemas durante el embarazo. Algunos ejemplos son la eclampsia y la preeclampsia, el parto prematuro, el riesgo de parálisis cerebral en niños o el síndrome de muerte súbita.

Además, muchos de los síntomas propios del embarazo, como el estreñimiento, el dolor de espaldas, los calambres en las piernas, la irritabilidad, el insomnio o la retención de líquidos también encuentran alivio con una suplementación de magnesio.

Por último, el magnesio aumenta la fertilidad, pudiendo ayudar a personas con problemas para quedar embarazadas. Esto se debe a que reduce los espasmos de las trompas de Falopio que obstaculizan la llegada del esperma al óvulo.

Magnesio y deporte

Deporte y magnesio van de la mano. Las personas que mantienen un ritmo de vida activo, como los deportistas y atletas, cuentan con mayores requerimientos de este nutriente.

El magnesio estaría involucrado en la producción de energía, ayudando al rendimiento. Reduce la acumulación de ácido láctico y la percepción de fatiga durante el ejercicio intenso, algo que logra gracias a su acción sobre el sistema nervioso.

Además, las deficiencias crónicas de magnesio en el deportista pueden terminan por implicar reducción de la densidad mineral ósea y aumento de la osteoporosis, anemia, frecuencia cardíaca irregular o depresión.

¿Tiene efectos secundarios?

La ingesta de la Cantidad Diaria Recomendada de magnesio no cuenta con efectos secundarios.

En dosis altas, el magnesio puede ser tóxico. El exceso de este mineral puede provocar efectos adversos como náuseas, diarrea y calambres abdominales. También puede interactuar en la absorción de antibióticos y otros tipos de medicamentos.

No es apropiado para personas con condiciones subyacentes como patologías renales.

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